Alejandra contra el Frente

Cuando la alianza entre fuerzas políticas antagónicas surge con intereses inmediatos y se basan en objetivos que no por novedosos son prácticos, se atenta contra la organización que postula al candidato.

Muestra de ello es la precampaña que realiza la candidata del Frente para gobernar la ciudad de México, Alejandra Barrales, quien en medio de una gran confusión propia, distorsiona el trabajo de sus compañeros, ya sea por desconocimiento de las funciones legislativas o por las acciones que chocan con su discurso.

Así, precisamente cuando un menor había sido secuestrado y golpeado por policías de la Ciudad de México, al mando de su compañero de partido Hiram Almeida Estrada, ella afirmó se tiene que garantizar el tránsito y los derechos humanos de los jóvenes, al vivir en esta capital con absoluta libertad y sin temor.

En la ciudad de México no hay joven que esté a salvo de la agresión de los policías. Es un hábito de los policías capitalinos que cuando se les pasa la mano llevan a sus víctimas,a veces muertas, al Estado de México, donde impera la impunidad, para aparentar un robo en la vecina entidad, lo cierto es que de esa manera se liberan de ser responsabilizados. Es lo que querían hacer con el joven de la preparatoria 8, a quien seguramente hubieran desaparecido definitivamente a no ser por la presión de los padres.

Esa es la seguridad que el gobernó del partido al que pertenece Alejandra Barrales cree que deben merecer los jóvenes.

Pero Barrales tampoco está muy enterada de los logros o posturas de sus correligionarios en el ámbito legislativo, porque a principios de año, la fracción del PRD en la Asamblea Legislativa, a punto de convertirse en Congreso local, presentó una propuesta para reformar el Código Penal del DF y establecer la figura del ’fraude familiar’ con el objetivo de proteger a la familia y su patrimonio, así como asegurar el cumplimiento de las obligaciones alimentarias por parte de los deudores y sancionar con cárcel a quienes no cumplan con esta pensión.

Sin embargo, la precandidata Barrales prometió que el gobierno de la Ciudad de México pagará la pensión alimenticia a las mujeres que ganen un juicio y su ex pareja no se las quiera otorgar, dejando en plena libertad de pagar la pensión a quien se niegue a hacerlo.

Ante esta postura debió consultar las estadísticas del juzgado de lo familiar, donde el delito de no pagar pensión alimenticia ocupa la gran mayoría de los casos que s e ventilan en esos tribunales. La ignorancia respecto a lo que sucede dentro de las paredes de los juzgados familiares, que no se dan abasto por tantas demandas de pensión alimenticia muestran una candidata de tres cabezas que no puede menos que aclarar sobre la idea de cuál de los tres partidos habla.

Porque si su partido de origen, el PRD, se esforzó legislativamente por crear la figura de fraude familiar a la negativa de pagar pensión alimenticia, ella habla entonces en nombre del PAN o de Movimiento Ciudadano, o fue una simple ocurrencia o un infortunado chascarrillo.

Abrir una rendija a la exoneración de delito más común en materia familiar implica llevar a la impunidad a miles de padres y madres irresponsables que tiene la obligación de alimentar a sus hijos.

El discurso híbrido de Alejandra Barrales, acusa no sólo ignorancia sobre el tema que habla sino una fusión criminal de ocurrencias que sólo arrojan ilícitos permitidos, porque en un momento en que deberían ser más rígidas las sanciones por ese delito coloca una salida a la impunidad.