Que alguien le enseñe al joven Jacko la diferencia entre público y privado

--- ’Porque tengo una maestría en administración y soy doctorante en ciencias políticas y administración pública’, dijo el joven Joaquin Badillo, ’seré el mejor presidente municipal de Acapulco.’
Fue un ejercicio del que habrá que felicitar a Héctor Nájera, en su transmisión radiofónica vespertina de ayer. Un mini debate que confrontó ideas vagas, y dos propuestas cortas con argumentos sólidos como propuesta para administrar a la célula básica de ésta cosa que llamamos Estado, el municipio.
Estuvieron dos congruentes: Ricardo Mejía y Rubén Figueroa Smutny y, por otro lado, la muestra de que el fascismo muestra su feroz rostro cuando se unen izquierdas y derechas en un pragmatismo vil que anhela el poder por el poder mismo, Joaquín Badillo Escamilla.
--- ’Porque la gente está harta de que le digan: a mi nada más me toca prevenir; esas otras funciones corresponden al ámbito estatal o aquellas al federal; conmigo eso no pasará. Yo aplicaré el artículo cero: ¡Con todo!’
--- ¿En serio?
El artículo cero fue inventado por Rubén Figueroa Figueroa, polémico gobernador de Guerrero, cuando alguien le preguntó en qué leyes sustentaba su mano dura en la década de 1980, cuando miles desaparecieron y, decía la voz del pueblo, se los tragó el mar.
En 1980, cuando desalojarían a los colonos asentados en el anfiteatro de Acapulco para reubicarlos en Ciudad Renacimiento, el gobernador Rubén Figueroa ha dicho que los colonos serán reubicados ’por las buenas’, pues de lo contrario les aplicaría ’el artículo cero’.
—¿Cuál es ése, señor?, le preguntaron sus colaboradores:
"¡Bueno, por mis huevos!’
--- ¿En serio el joven Jacko aplicara el artículo cero?El debate de ayer evidenció la ignorancia de un joven con ganas de ser alcalde, pero que desconoce la elemental diferencia entre administración pública y administración privada.
No sabemos de qué institución sea ’doctorante’ en ciencias políticas y administración pública. Pero si alguien conoce a su tutor de tesis que nos digan su nombre para pedir le expulsen de la cátedra.
Quien administra la función pública puede hacer lo que expresamente le dicta la ley. Quien administra la función privada puede hacer todo, menos lo que expresamente le prohíbe la ley.
Esto, al menos, es la elemental diferencia entre brindar seguridad pública y cuidar un edificio, como le corrigió la plana el diputado Ricardo Mejía Berdeja.
Da miedo. Un joven con anhelos de poder. Administrador privado de casi tres mil personas armadas en muchos estados del país, como él mismo lo presumió. ¿Al frente de un ayuntamiento, con la propuesta de no respetar a los ámbitos estatales y federales porque la gente está harta de que les digan ’a mí me toca nada más prevenir; yo si aplicaré el artículo cero’?
Debió preguntarle a Rubén Figueroa Smutny qué cosa era, para el abuelo de él, el artículo cero. Tal vez debió consultar la historia.
En el mundo de las probabilidades el talvez es recurrente: Tal vez aplique el artículo cero con sus guardias blancas armadas. Tal vez inicie una cacería de sospechosos. Tal vez su artículo cero comience con lo único que nos falta en ésta violencia infame: la aparición de guardias blancas de la mano de jóvenes con anhelos de poder al frente de un ejército privado de tres mil personas.
¿Esa es la propuesta del PRD? ¿Es de izquierda? ¿A ellos vendió Bety Mojica la candidatura de Acapulco por un partido que dio miles de muertos en la lucha política? ¿A los que aplicaron el artículo cero a miles de guerrerenses?
Da miedo.
Es posible que éste joven sea alcalde. El lunes concluyó la encuesta para medirle con el serio aspirante a la alcaldía, Ricardo Mejía Berdeja. Esperemos que en ese famoso frente en donde se coaligan derechas e izquierdas quepa la prudencia, misma que les ha sido ausente desde hace muchos meses.
A menos que nos quieran llevar al sencillo mundo de los locos y los artículos cero donde todos, todos, somos cero.