La guerra política que inicia

En política, los cabildeos son una parte importante de las plusvalías que se caen. O se mantienen. Sin la movilidad de los actores, los linchamientos mediáticos crecen en su contra. Los opacan y aplastan una vez que abandonan el poder. La clave está justamente, en saber operar. Esperar momentos y circunstancias. Colgarse de la coyuntura exacta. Tocar hilos importantes en situaciones de crisis. Eso es justo lo que ocurre hoy. Se lee así.

LINCHAMIENTOS INDUCIDOS. – En la alcaldía de Acapulco no hay dinero. El déficit no es solo de circulante, sino de creatividad y estrategia. De recursos humanos. Por eso mismo, la alcaldesa de Acapulco Adela Román Ocampo, en un acto desesperado, rompiópolíticamente hace unos días, con el exedil perredista de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre. La ruptura esconde, sin embargo, otros fondos: 1.- Envuelta en glamour y frivolidad, la alcaldesa morenista evaluó erróneamente dos circunstancias: que el gobierno federal la abastecería de recursos financieros. Y que esa medida la apuntalaría el gobierno estatal. No encontró ninguna de las dos. Y si lo hizo, fue tibiamente. Por eso regresó la vista a los adeudos de otras administraciones municipales. Pero se fue contra Evodio en particular. Se cuidó de no tocar tanto al dueño del partido MC, Luis Walton Aburto como al senador tricolor Manuel Añorve Baños. Menos al senador del Morena, Félix Salgado Macedonio. 2.- Si se mira bien, el escándalo contra el exedil perredista relacionado con adeudos y desvíos de recursos ha sido en realidad, de dichos. De cuerda mediática ampliamente socorrida por adversarios políticos que hoy parecieran instalados en la senda de cobrársela. Porque hasta hoy ni la Auditoria Superior del Estado (ASE), ni la Auditoria Superior de la Federación (ASF) han realizado requerimientos o han mandado citar al exalcalde perredista por presumibles irregularidades financieras. Tampoco hay denuncias penales en su contra. Sin embargo, la ASE audita a los responsables de la paramunicipal Capama, entre ellos Javier Chona Gutiérrez, su extitular. 3.- En corrillos políticos la especie fluye con fuerza: Adela Román rompió con Evodio porque este se mueve en los círculos centrales del Morena. Genera naturales celospolíticos. Su cabildeo reciente con la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, lo instaló en la ruta de generar acuerdos con la mira puesta en amainar el escándalo que lo imbrica por su desempeño como exedil. Y que Olga Sánchez lo recibiera resulta ya una proeza política, en virtud de que no es fácil llegar a la funcionaria federal. Adela trasciende, aconsejada por el gobernador Héctor Astudillo, observa a Evodio como natural competencia política en los reacomodos generados en la prospectiva del poder político local. 4.- El punto es que si Evodio traspasa con éxito el linchamiento político y mediático por el que atraviesa, se fortalecerá en vez de hundirse. Y eso representa un riesgo político no solo para Adela Román, sino para el propio gobernador Héctor Astudillo, para el empresario y propietario del MC, Luis Walton, para el exgobernador Ángel Aguirre y para todas las tribus perredistas. Un escenario de alta competencia rumbo a la elección de gobernador de 2021, precisa el natural desplazamiento de ciertos actores. Y nadie desea estar fuera de esa competencia. Por eso mismo se entiende que, en el proceso de ir depurando esa lista, vayan cayendo algunas piezas. Resalta en este sentido, las alianzas políticas que surjan del PRD hacia otros partidos políticos. El ex gobernador Ángel Aguirre ya anticipó la posibilidad de que sea PRD-PRI-MC-PAN. Pero eso no significa que otras tribus perredistas le apuesten a otra integrada por Morena-PRD-PT. Es decir, la integración de un bloque de izquierdas. En el escándalo que imbrica al exedil Evodio se esconden claves muy obvias en ese sentido. Y la intención de sus adversarios políticos es irlo acorralando. Pero su mejor defensa parece apuntar a la movilidad proyectada. Y sus cabildeos con el poder central. A esa senda parece apostarle.

HOJEADAS DE PÁGINAS…Como el asunto del pago a maestros y trabajadores que están fuera del Fone en la SEG parece superado -al menos en el discurso-, el gobernador Héctor Astudillo regresó la vista al programa del Fertilizante que ya no entregará el gobierno estatal. De acuerdo con versiones oficiales, hay miles de campesinos que tentativamente, no lo recibirán. Otra tormenta política parece incubarse.