Texcoco, Edomex.- La era Batiz culminó. El sello Rodrigo Macías tiene estilo propio y pisa con firmeza en su primera presentación-concierto al frente la Orquesta Sinfónica del Estado de México en Texcoco.
Con la fulgurante interpretación de la cantata ’Carmina Burana’inició la 138 Temporada de Conciertos de la Orquesta Sinfónica del Estado de México (OSEM).
Emoción compartida.
El alma colectiva del público asistente a la Sala de Conciertos ’Elisa Carrillo’, del Centro Cultural Mexiquense Bicentenario se unificó durante el desarrollo del concierto y a la hora de los aplausos.
Era una sala de conciertos en su versión lumínica de humores y colores diversos: ocupadas todas sus butacas por personas que íntimamente hallaron al final ese estado de gracia similar a la purificación.
Era el domingo 25 de febrero.
Era un día y tiempo histórico en el ámbito cultural. El arranque de la era Rodrigo Macías al frente de una de las mejores alineaciones sinfónicas del país.
Era un paréntesis de eternidad, una puerta abierta en el tiempo dialéctico, por obra y cortesía de la música y de unos coros de apabullante sintonía.
Era, en su parte introductoria, el conversatorio que realiza el especialista José Maria Álvarez de manera amena, cordial.
Para este primer concierto fueron elegidas las obras ’Danzas Polovetsianas del Príncipe Igor’, del compositor ruso Alexander Borodín y la célebre cantata ’Carmina Burana’ de Carl Orff, la cual contó con la participación de la soprano Brenda Santiago, del barítono Enrique Ángeles, el tenor Hugo Colín, el Coro de la Orquesta Sinfónica del Estado de México y el Coro Comunitario Infantil y Juvenil de Malinalco, ambos bajo la dirección del Mtro. Manuel Flores Palacios.
Ahora sí puede afirmarse que el oriente mexiquense está de fiesta y alegría porque la OSEM ha retornado a su sede, ha vuelto para atender y multiplicar público acá donde habita la historia y la cultura.